¿Cuánto dinero es suficiente?
Cuando empezaste a trabajar, ¿cuánto dinero pensabas que sería suficiente? Y cuando llevabas 5 años trabajando ¿Cuánto dinero necesitabas para vivir? ¿Por qué cambio la cantidad?
La mayor parte de nosotros todavía recuerda momentos en los que pensábamos, si solamente pudiera tener ese aumento de 5% del que hablaron en la compañía el año pasado. Eso es lo único que necesito para resolver mis problemas financieros. Solo para recibir el aumento y estar en la misma situación unos meses después.
Cuando hablamos de ser suficiente, ¿de qué estamos hablando? Suficiente ¿para qué? ¿Para que trabajas? ¿Trabajas para mantener un estándar de vida? ¿Trabajas porque amas lo que haces? ¿Trabajas para tener cosas más caras que las que tiene tu vecino?
Cuando pensamos en cuanto dinero ganamos lo hacemos en el contexto de lo que queremos que nuestra vida sea en el futuro. El problema es que: mientras más dinero ganamos, más dinero queremos gastar y más dinero vamos a necesitar para satisfacer las necesidades que vamos a tener en el futuro. La verdad es que nuestros gastos tienen el potencial de alcanzar a nuestro salario no importa cuánto ganemos.
Por esta razón yo personalmente conozco dos familias que durante el año 2007 una gano $90,000 y la otra $20,000. La que gano $20,000 no tenía deudas excepto la casa y la que gano $90,000 tenía deudas por todos lados (incluyendo préstamos de día de pago). Ambas familias entendían que necesitaban ganar más dinero. Una quizás buscando dinero para vacaciones y la otra para comprar un televisor, pero seguramente ninguna de las dos recuerda que hizo con el último aumento de sueldo que tuvo.
Hace un tiempo atrás leí una cita de Henry David Thoreau que decía “casi todos los hombres saben cómo ganar dinero, pero solo uno en un millón sabe cómo gastarlo”. Creo que hay muchísima verdad en esta cita. Para la mayor parte de nosotros no es tan importante cuánto dinero ganamos, como cuánto dinero gastamos. Si podemos controlar lo que gastamos podemos mejorar nuestro estilo de vida. Si no aprendemos a decir que no, nunca vamos a ganar suficiente y mucho menos vamos a tener suficiente. Vamos a vivir el resto de nuestra vida persiguiendo espejismos que nunca vamos a alcanzar.