10 trucos que debes conocer antes de ir al súper
Los supermercados como todas las tiendas se valen de trucos para hacer crecer sus ganancias. Estas prácticas no son ilegales, por eso es importante que las conozcas para que tengas oportunidad de ganar en el juego.
Está no es una crítica a los supermercados, más bien, es una alerta para los consumidores porque si tratamos de jugar Futbol con las reglas del Beisbol nunca vamos a ganar.
El boletín de ofertas. No todo lo que aparece en el boletín de venta de la tienda está en especial. Muchas de las cosas que aparecen en el boletín que consigues en la tienda o el que recibes en el correo, realmente están a precio regular.
El problema es que estamos condicionados a pensar que todo lo que aparece en estos boletines es una oferta y por eso no verificamos el precio.
Las ofertas de 10 por $10. Esta es una de las ofertas más efectivas, pero puede ser que realmente no estés ganando nada en el proceso y todavía peor podrías estar perdiendo. La tienda lo hace para vender productos en grandes cantidades ya que saben que la gente no lee.
Usemos de ejemplo el Atún. Digamos que una lata de atún cuesta 89 centavos. Cuando los marcan a 10 por $10 realmente estas pagando un dólar por lata de atún no 89 centavos. Cuidado con los detalles.
El mostrador de pescado fresco. Muchos de los productos en esta sección dicen que ya fueron congelados. Claro, lo dicen con letras muy pequeñas. Y lo interesante es que en la parte de productos congelados puedes encontrar el mismo producto pero con un descuento de 40 por ciento.
Lo que quiere decir que no solo te vas a ahorrar dinero, sino que como el producto todavía no se ha descongelado puedes decidir usarlo luego en vez de hacerlo inmediatamente.
Productos de repostería. Si el supermercado tiene una venta especial en productos de repostería. Pero, tu no necesitas estos productos hasta el próximo mes. Si hablas con la persona encargada, podrías comprar el producto al precio especial de hoy y recogerlo el próximo mes.
Lo único que tendrías que hacer es traer el recibo mostrando que ya pagaste y recoger el producto cuando estés listo.
Productos por expirar. Si vez algo en el área de las carnes o de repostería con fecha de expiración del próximo día, puedes preguntarle al encargado si lo van a bajar de precio. Muy a menudo te darán el descuento en el momento.
La verdad es que les estás quitando un peso de encima a ellos, porque si no lo venden para el día de la fecha de expiración ya no lo pueden vender.
Los empleados pueden ayudarte mucho. Es increíble lo que la gente está dispuesta a hacer solo porque les preguntas. El carnicero puede ablandar carne, el panadero puede cortar el pan en rebanadas y la florista te puede regalar follaje para tu flor.
En algunas tiendas hasta podrían sazonar y freír el pescado que compras. Solamente tienes que pedirlo.
Los olores son importantes. Los supermercados hacen lo imposible por controlar los olores dentro de la tienda. Desgraciadamente, no pueden controlar como huele el cliente que entra a comprar, pero fuera de eso prácticamente todo lo demás está controlado.
En cuanto entras al supermercado recibes el golpe del pollo rostizado o del pan fresco que te pega en la cara más fuerte de lo que Mike Tyson golpeo en su mejor momento. Ellos saben que esos olores despiertan el apetito y con el apetito revuelto eres vulnerable.
Los carritos del supermercado. El tamaño de los carritos del supermercado tampoco es coincidencia. Si piensas que los carritos hace años eran más pequeños, tienes toda la razón.
Las compañías duplicaron el tamaño de los carritos y la gente comenzó a gastar en promedio un 19 por ciento más de lo que gastaban antes.
Las compras al por mayor. El comprar al por mayor no siempre es una mejor opción y esto no es solo con referencia al bolsillo. Está comprobado que cuando compramos más también consumimos más.
Digamos que antes consumías un seis de refrescos a la semana. Si comienzas a comprar el paquete de 24 refrescos es muy posible que comiences a consumir 24 refrescos en una semana. Ahora va a sufrir tu cintura junto con tu bolsillo.
Tu memoria no es tan buena como piensas. El consumidor promedio solo recuerda el precio de cuatro de los artículos que acaba de comprar. El noventa y cinco por ciento de los compradores no tienen ni idea del costo de todo lo demás que acaban de comprar y por ende no saben si fue una buena compra o no.
Lleva una lista y apunta el precio del articulo para que lo puedas verificar al pagar. Muy a menudo el precio del articulo es diferente a lo que estaba marcado.