La magia del interés compuesto
El interés compuesto fue descrito por Albert Einstein como el descubrimiento más grande del siglo 20. Y es que los beneficios del interés compuesto son muchos. Quiero darte un ejemplo sencillo de como funciona el interés compuesto, es un ejemplo hipotético, pero ilustra el concepto.
Digamos que tú depositas $100 con un interés de 10%. Al cabo de un año, ahora tienes $110. Al segundo año tienes $121. Al tercer año tienes $133. Al cuarto año tienes $146. Al quinto año tienes $161 y así sucesivamente. Si te das cuenta esto hace que tu dinero crezca mucho más rápidamente y esto es sin que hayas puesto un solo centavo más, mientras mas inviertes mayor es el crecimiento.
En esta ecuación el tiempo trabaja a tu favor, porque mientras más años el sistema trabaja a tu favor mayor es tu ganancia. Obviamente mientras más alto es el interés que recibes mas es el beneficio.
Ahora bien, el beneficio que puedes recibir cuando inviertes puede desaparecer cuando tienes muchas deudas. Yo sé que es muy sofisticado el usar el famoso OPM Other Peoples Money (que quiere decir el dinero de otros), pero desgraciadamente la gente que propone el uso de la deuda evita incluir el riesgo en sus ecuaciones matemáticas.
Cuando incluyes el riesgo en estas ecuaciones matemáticas, la deuda nunca es la mejor inversión. El riesgo que representa la deuda puede terminar comiéndose toda la ganancia que habías obtenido. Si tienes duda acerca de esto, pregúntales a todas las personas que se declararon en bancarrota en los últimos años por la cantidad de deuda que habían acumulado.
Si tienes una inversión que te paga 10 o 12 % de interés, pero tienes tarjetas de crédito con un 18 o 23 % de interés tu ganancia esta desapareciendo rápidamente. Antes de pensar en invertir, sal de tus deudas para que el interés trabaje para ti y no en tu contra.
Por ultimo, al momento de invertir recuerda ese verso bíblico que dice no pongas todos los huevos en una sola canasta. Ok, la biblia lo dice más bonito, pero el concepto es el mismo… Reparte a siete, y aun a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra. Eclesiastés 11: 2. Es impresionante cuanto de nuestra sabiduría popular esta basada en los principios milenarios que aparecen en la Biblia.