La mejor edad para casarse
Durante la década de los 70´s la edad promedio para casarse era de 23 años para los hombres y 21 años para las mujeres, ahora es de 28 años para los hombres y 26 años para las mujeres. Y hay que tener en cuenta que promedio significa que hay gente que lo hace antes y hay quienes lo hacen después. O sea que hay un grupo muy grande de personas que están esperando hasta mucho después de los 30 para casarse.
Es interesante ver como las razones que usan para dilatar el matrimonio tienen que ver con esperar a estar listo. Como si hubiera una edad en la que mágicamente las personas están listas para casarse. Y lo peor de todo es que el cambio viene de los padres. Los padres les inculcan a los hijos que tienen que terminar su educación universitaria antes de pensar en el matrimonio y hasta los amenazan que si se casan antes de terminar la universidad les cortan toda la ayuda. Y debo confesar que hasta hace poco yo pensaba igual.
Como si fuera imposible estudiar después del matrimonio. Sin embargo, estudios revelan que no hay diferencia entre el desempeño académico de los estudiantes solteros y los casados. Y el esperar hasta haber terminado la carrera y estar establecido en un trabajo para pensar en el matrimonio, ignora el beneficio que hay en crear riquezas como matrimonio.
De hecho la institución más efectiva para crear riquezas que existe es el matrimonio. Estudios que demuestran que las personas casadas ganan más, ahorran más y crean más patrimonio que los solteros o los que solo viven juntos. Por eso me gusta lo que dice el profesor de la Universidad de Texas en Austin, Mark Regnerus: “El matrimonio es una institución formativa, no una institución a la que entras, una vez que piensas que ya estas formado”.
El matrimonio se aprende sobre la práctica. Por eso es más fácil amoldarse a los cambios que conlleva un matrimonio cuando, todavía no has establecido los hábitos egoístas que desarrollas al vivir solamente para ti durante mucho tiempo. Después de vivir solo por más de una década, estableces una serie de rutinas y hábitos que son muy difíciles de romper. Y esto si es que logras vivir solo, porque es muy probable que simplemente convivas con varias personas (como si estuvieras casado, pero sin estarlo).
Por otro lado si esperas a tener 35 años para tener tu primer hijo y tu hijo hace lo mismo, vas a tener 70 años antes de ser abuelo por primera vez. Estas perdiendo la increíble bendición de ser parte de la vida de tus nietos. Esto es lo que los padres no están considerando cuando impulsan a los hijos a retrasar el matrimonio.
Contrario a lo que muchos piensan, la causa de los divorcios no es el casarse joven, la causa los divorcios es el la inmadurez y el egoísmo. Aunque no creo que haya una edad perfecta para casarse, entiendo que el hacerlo antes de terminar la escuela superior no es la mejor opción. De hecho la misma inmadurez que lleva a que alguien se case mientras está en la escuela superior, es lo que lo puede llevar a un divorcio.
Pero, el esperar hasta hayas terminado la universidad, tengas las finanzas necesarias y que hayas descubierto todos los secretos de la vida, tampoco es la mejor opción. Lo que le da estabilidad al matrimonio tiene que ver con una comunicación honesta, las técnicas de resolver conflictos y la habilidad de manejar los altibajos de la vida. Todo estas son características de la madures y no tienen nada que ver con la edad cronológica de la persona. De hecho muchas de estas características se desarrollan cuando dejas de vivir solamente para ti.
El dejar el matrimonio para lo ultimo no ha producido madures en nuestros jóvenes. Lo que sí ha producido es adolescentes de 35 años. Y el problema no es que antes no los hubiera, es que cuando antes eso era mal visto, ahora es lo que se espera. Hay quienes dicen que los jóvenes ahora no tienen la misma madures que los de antes, sin embargo el ejercito todavía sigue produciendo soldados de los mismos jóvenes que sus padres pensaban no tenían madurez.
Los jóvenes nos van a dar lo que esperemos de ellos, si bajamos el estándar, no nos podemos quejar de lo que recibiremos. A través de las generaciones el obtener los objetivos básicos y primordiales de salir de la casa, terminar una carrera, conseguir un trabajo y casarse, siempre han sido una prioridad para los jóvenes. La gran diferencia es que antes estos objetivos se obtenían de manera simultánea y rápida. Ahora los obtienen por etapas y les toma décadas lograrlo.
El gran peligro de esto es toda una generación, que no ve al matrimonio como algo bueno y deseable. Esta va a ser una crisis muchísimo peor que la crisis de los divorcios que vivimos hasta ahora.
(Crédito de la Foto)