¿Cómo cambiar de Banco?

Las llamadas de violencia domestica desgraciadamente son las llamadas más comunes que recibe la policía. De hecho en el 2007 cuando trabajaba en la Policía en Dallas había una dirección (en la calle Woodspan dr en el sur de la ciudad) que literalmente visitábamos todos los fines de semana. Los oficiales que trabajaron en el sur oeste de la ciudad de Dallas durante esa época todavía recuerdan la dirección.

Esta gente literalmente le hablaba a la policía todos los fines de semana, unas veces el era arrestado y otras veces era ella. Ellos sabían exactamente que decir para lograr que los oficiales arrestaran a uno o al otro. Pero lo increíble era que para el lunes el que había sido arrestado, ya estaba libre y de regreso en casa.

Todas las semanas les preguntábamos lo mismo si la situación esta tan mal, ¿por qué no te vas? Nunca daban una contestación real a esta pregunta y la situación continuaba semana tras semana. Tomo más de un año para que uno de los dos decidiera irse. Sin buscar minimizar el gran problema social que es la violencia domestica, creo que hay muchas personas que tienen el mismo tipo de relación con su banco.

Muchos odian su banco, pero no salen de él. El banco les cobra tarifas espantosamente altas, pero nunca cambian la cuenta. Entre los hispanos muchos piensan que si el banco es grande es mejor. Pero al hablar de los bancos, más grande no significa mejor. De hecho, mientras más grande es el banco, más impersonal es. Pero como es el banco que tiene el anuncio en español en el canal de televisión que me gusta, pues nunca me cambio.

Gracias a Dios esta mentalidad ya está cambiando. JD Power and associates en el 2012 hizo un estudio de los bancos en los estados unidos y encontró que el 10% de las personas cambiaron de banco el año pasado. Y de este grupo, la mayoría se cambio de un banco grande a uno pequeño o a un credit union, lugares donde los empleados (y las tarifas) son mucho más amigables.

Cambiar de banco no es fácil y da mucho miedo. Pero si haces estas cosas el proceso puede ser menos difícil:

  1. Abre la cuenta nueva, pero no cierres la vieja- Vas a necesitar el número de ruta (routing number) y el número de cuenta para poder cambiar el depósito directo.
  2. Cambia todos los depósitos y débitos directos- Asegúrate de cambiar los débitos o pagos directos a la cuenta nueva. También puedes cambiar los depósitos del seguro social o cualquier otro depósito federal usando www.godirect.gov.
  3. Mantén la cuenta vieja abierta de 3 a 4 meses- El mayor peligro al cerrar una cuenta es que entre un cheque o un pago que no te acordabas. Para evitar esto deja la cuenta vieja abierta por lo menos tres meses, así si entra un pago tarde lo puedes cubrir.
  4. Deja suficiente dinero en la cuenta vieja– verifica cuantos cheques o pagos están en tránsito (o sea que vienen de camino). Los cheques que ya fueron enviados o los pagos autorizados, deja suficiente dinero para cubrir esas cantidades y un poco más por si se te olvidó algo.
  5. No te olvides de las transacciones no fijas- hay transacciones que se hacen cada tres, seis, nueve o doce meses. Muchos seguros, o depósitos por dividendos en inversiones usan este sistema. No te olvides de ellas.
  6. Pide ayuda en el banco nuevo- Muchos bancos proveen un paquete con los detalles de lo necesitas hacer para que el cambio sea lo menos doloroso posible. Usa los recursos que tienes disponibles y veras que el cambio no es tan difícil.

Cambiar de banco no debe ser una experiencia dolorosa. Tampoco debes quedarte en un banco solamente por tradición. Todas estas entidades proveen un servicio, si el servicio que te ofrecen no te beneficia, cambia. Pero si vas a cambiar hazlo de la manera correcta.

¿Cuándo fue la última vez que cambiaste de banco? Y ¿Qué tal fue tu experiencia?

(Crédito de la Foto)

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