Niños para adoptar (2da parte)
Continuación de la 1ra parte. El romanticismo ve a un bebé y se emociona y se derrite y busca jugar y todo es color de rosa, pero cuando llega un problema el romanticismo no pasa la prueba. Si no me crees, pregúntale a cualquier padre que tiene una cita importante en el trabajo en la mañana siguiente y su bebé de dos meses de nacido comenzó a llorar a la una de la mañana y son las cuatro y todavía no para.
En ese momento no importa lo bonito o “cute” que pueda ser el bebé, es el amor y el compromiso con el bienestar de ese ser humano lo que evita que cometas una locura. No es el romanticismo, porque en ese momento el bebé deja de ser bonito y “cute”.
Cuando un niño nace no sabe quiénes son sus padres, el aprende quiénes son sus padres por la conexión que ocurre cuando ellos deciden amarlo. Entiendo que esta conexión puede comenzar desde el vientre, pero si los padres biológicos abandonan a un recién nacido, esté tiene la capacidad de conectarse con quien sea que esté dispuesto a darle amor y tiempo.
Esto es importante porque pone la responsabilidad en el lugar correcto. La responsabilidad de amar a un hijo recién nacido, es del padre no del hijo. El bebé no sabe nada de amor, el sabe que tiene unas necesidades que él mismo no puede suplir.
Con el tiempo el bebé aprende que las personas que están supliendo sus necesidades (porque tomaron la decisión de hacerlo y no solamente porque lo sintieron emocionalmente) son sus padres. A través de la conexión que ocurre por el esfuerzo de papá y mamá (por las horas que invirtieron en suplir las necesidades del bebé) el resultado es que ese bebé responde a ellos y entiende que estas personas son Papá y Mamá.
Así es que un hijo biológico se convierte en hijo. Quita la conexión (que se produce a través de pasar tiempo juntos) que tiene un bebé con sus padres biológicos y ellos se van a convertir en extraños para él. En este sentido el tiempo es más importante que la biología para lograr conexión.
Como evidencia, busca a un recién nacido de los que han sido abandonados en un orfanato en donde hay 60 bebés y solo una persona para atenderlos. Después de tres meses de estar en ese lugar, preséntale a sus padres biológicos, a ver cómo reacciona a ellos. Claro, esto es partiendo de la premisa de que haya sobrevivido, pero digamos que si sobrevivió, en ese momento el bebé no va a tener ninguna conexión con los padres biológicos.
Con esto no estoy menospreciando la biología, lo que estoy es poniendo en perspectiva la importancia de la conexión.
Ya que establecimos de que para que haya conexión con un niño biológico hace falta el compromiso de amor (no del romanticismo) de un adulto. Para lograr conexión con un niño no biológico, ya sea de cuido temporal (Foster Care), adoptado o de la manera que sea, lo único que se necesita es exactamente lo mismo.
El compromiso de amor (no del romanticismo) de un adulto que sea capaz de invertir el suficiente tiempo y la suficiente energía para que el niño o la niña se puedan sentir seguros. Como consecuencia de sentirse seguros van a poder internalizar el hecho de que son parte de tu familia. Esto no ocurre de forma mágica, ocurre a través del tiempo.
En el primer año de vida, un bebé recibe miles de afirmaciones de valor. Estas llegan cuando los adultos en su vida pasan tiempo con él y suplen sus necesidades. El tiempo que un bebé pasa en los brazos de sus padres y familiares, es lo que le deja saber al bebé que es importante y valioso. El proceso al momento de adoptar, tiene que ser el mismo sin importar la edad del niño o jovencito.
Mi propósito en ninguna manera es quitarle valor al ser padres biológicos. No confundas la gimnasia con la magnesia. Es simplemente poner en la perspectiva correcta la importancia del amor. Cuando tienes un corazón sano, es posible amar sin hacer diferencia entre la biología y la adopción. Y el ser padre biológico no es mejor que el ser padre adoptivo, son simplemente formas diferentes de llegar al mismo lugar.
Ahora bien, esto no quiere decir que todo el mundo tiene que adoptar. El que tu no tengas el deseo de adoptar no te hace una mala persona (y el que tengas el deseo de hacerlo tampoco te hace una persona superior a los demás, pero ya me desvié del tema). Aunque cualquier persona podría adoptar, la adopción no es para todo el mundo. Y esta bien, no tiene por que serlo. Mi punto con este escrito es ayudar a cambiar un poco de los prejuicios que traemos en contra de la adopción.
Creo que si logro influenciar a una persona que estaba pensando en adoptar, pero no sabia si podría amar de la misma forma solo por la cuestión biológica, he logrado mi cometido.
¿Que piensas sobre la adopción?