Lecciones sobre el dinero que los padres les deben enseñar a sus niños (3era parte)

Esta es la tercera y última parte de la serie sobre los niños y el dinero, si quieres leer las otras dos las consigues aquí y aquí. No tienes que cometer con tus hijos, los mismos errores financieros que cometieron contigo. Y ellos tampoco tienen que estar destinados a cometer los errores financieros que tú cometiste. Claro, esto depende de ti. Si no haces nada, eso es lo que les espera. Ahora bien, si sigues los consejos en esta serie vas a cambiar el futuro de todas tus generaciones.

Para lograr esto  enséñales a tus hijos a que:

1. Valoren el lugar de donde sale su dinero. Ten cuidado con la mentalidad de yo me lo merezco, esta mentalidad es sumamente destructiva. La gente se la pasa buscando esa cosa que mágicamente los va a sacar de la pobreza, pero no valoran el lugar que les da de comer. Crea tantas entradas de dinero como puedas, pero valora cada una de ellas. Ahorra para los días de lluvia.
2. El dinero les compra tiempo. Contrario a la creencia popular, el dinero te puede comprar tiempo. Si le pagas a alguien para que te limpie la casa, compraste algo de tiempo para estar con tu familia. Contrata a alguien para que haga la tarea que odias hacer en tu negocio y estas comprando tiempo para invertir innovando y siendo creativo.
3. No importa cuánto dinero tengan, siempre va a haber alguien que tenga más dinero que ellos. También habrá quien tenga menos dinero que tu, así que no te preocupes. Mira a los que tienes más dinero que tu como ejemplos o mentores y ayuda los que tienen menos. Esta es la clave de la felicidad. No eres una isla, fuiste diseñado para vivir en comunidad ayudando y recibiendo ayuda de otros.
4. Todo el dinero del mundo no les servirá de nada si están en la cárcel. No todo el dinero es igual; hay dinero limpio y también hay dinero sucio. El dinero obtenido de forma legal y moral es el que vale la pena.
5. El dinero compra muchas cosas, pero no lo compra todo. El dinero te puede comprar una cama, pero no descanso; una casa, pero no un hogar; medicinas, pero no salud; educación, pero no sabiduría. Esto hay que inculcarlo hasta que sea parte de la naturaleza de los niños.

(Crédito de la Foto)