La herramienta más poderosa en tu vida

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La herramienta más poderosa que tienes a tu disposición es la habilidad de controlar tus pensamientos. Muchas veces he escuchado a personas justificar el haber hecho una tontería diciendo, “es que me hicieron enojar”. A lo que yo pregunto y ¿Como lo hicieron?

¿Se metieron dentro de ti y alteraron tu sistema nervioso? ¿Produjeron hormonas que estimularon la producción de adrenalina y elevaron tu ritmo cardiaco? O ¿Metieron la mano por tu nariz y apretaron la amígdala cerebral produciendo una reacción de vida o muerte?

No, claro que no. Entonces, no puedes decir que hiciste lo que hiciste porque te hicieron enojar, tu decidiste enojarte y estas usando la acción de la persona como una excusa para justificar tu enojo. Puedo decir esto de forma categórica, porque tu actitud es la única cosa que tienes en la vida que realmente depende solo de ti. Esta la controlas tú y nadie más.

Tu actitud es más importante que tu educación y aun que tu experiencia. Es más importante que cuánto dinero tienes o cuanto debes. No puedes escoger lo que te ocurre en la vida, pero puedes escoger tu reacción ante lo que te ocurre. La forma en la que escoges responder a lo que te ocurre en la vida tiene el potencial de crear o destruir.

Como esto es así, entonces enójate. Si, enójate. Pero, enójate por lo que vale la pena enojarse, cambia tu futuro. Déjame darte un ejemplo. Muchos años antes de que la policía interviniera con los asuntos de abusos familiares, un pastor en el Este de Texas estaba en una lavandería. En el lugar también estaba una señora con su niño de aproximadamente un año.

La señora no le estaba prestando atención al niño y el tiró la ropa que ella tenía doblada. La señora comenzó a golpear al niño y el pastor viendo lo que sucedía con el niño se enojó como nunca se había enojado en su vida. El se acerco a la señora y le dijo que si ella volvía a tocar al niño, el iba a terminar en la cárcel, pero ella nunca volvería a tocar al niño.

La señora dejo de golpear al niño y se fue del lugar. El pastor estaba tan enojado, que durante varias semanas no pudo dormir. Nada de lo que hacía le permitía salir de su enojo. El continuo enojado hasta que decidió hacer algo al respecto y como resultado de su enojo, surgió el primer hogar para niños y mujeres maltratados del Este de Texas.

Canalizó su enojo en acciones que fueron capaces de cambiar la situación de miles de personas para bien. Y todo esto, mucho antes de que las leyes del estado vieran la violencia familiar como un problema. Este hombre tuvo muchas opciones para lidiar con su enojo, pudo gritar, pudo desquitarse con la señora o con otras personas, sin embargo convirtió su enojo en algo productivo.

Tú y yo tenemos la misma opción. El enojo lo puedes usar para destruir o lo puedes usar para construir. La opción es tuya.