La gratitud es el antidoto para la avaricia
Hola, mi nombre es Carlos y ¡soy Avaro! Ok, ya lo dije. Es como estar en una reunión de alcohólicos anónimos, primero hay que reconocer el problema. Yo soy avaro, pero no te sientas mal por mi, porque tu también lo eres.
La avaricia es parte de la naturaleza de los seres humanos. Es parte de lo que somos y está con nosotros hasta el día que damos el ultimo suspiro. La avaricia es como una enfermedad, para la cual no hay cura permanente.
La avaricia no es como el sarampión, que una vez te vacunan cuando pequeño la enfermedad esta fuera de tu vida para siempre. No, la avaricia es más como la gripe. Aunque hay tratamiento en contra de la gripe, puedes volverte a contagiar y tienes que recibir el tratamiento una y otra vez, estas expuesto a la enfermedad por el resto de tu vida.
La avaricia es la enfermedad
El crédito fácil nos ha permitido vivir mas allá de nuestras posibilidades. Y esto ha contribuido a que la avaricia llegue a todas las áreas de nuestra vida.
Mientras más tenemos, más queremos. Mientras más queremos, toma más cosas para que nos sintamos satisfechos. Mientras más crédito recibimos mas endeudados quedamos.
Mientras más tenemos más avaros nos volvemos y mas sufrimos de la sobrecarga del las posesiones. Dejamos que las cosas que no tenemos nos eviten el poder disfrutar de lo que si tenemos.
Y que conste que esto no tiene nada que ver con cuanto ganas. Porque muchas personas piensan que la avaricia es un problema de los que tienen mucho dinero. Pero, la realidad es que la avaricia nos afecta a todos. Sin importar cuanto dinero ganamos.
El antídoto es la gratitud
La gratitud, la expresión sincera y consciente de apreciación y agradecimiento, es el mejor antídoto en contra del deseo incontrolable por tener más.
Para desarrollar gratitud tienes que practicar el dialogo interno que tienes contigo mismo todo el tiempo. La idea es poder ver toda tu vida incluyendo los tiempos difíciles, como retos, oportunidades y bendiciones. Y en ocasiones tiene que ser como un acto consiente donde escoges ver las cosas de una nueva perspectiva.
La gratitud es un acto de voluntad
El estar agradecidos tiene que ser un acto consciente para cambiar nuestra perspectiva, especialmente cuando pasa algo desafortunado. Si tienes un accidente de auto, es un evento desafortunado. Aun así, el que estés vivo es algo por lo cual puedes estar agradecido.
La gratitud autentica y sincera puede calmar el deseo incontrolable por más.
Por ejemplo, puedes odiar tu trabajo, odiar a tu jefe, odiar la gente con la que trabajas, odiar el trafico para ir a tu trabajo y el de regreso también. O puedes decidir estar agradecido porque tienes un trabajo.
Puedes aprender a apreciar ese trabajo, aun las cosas que no te gustan, eso te ayuda a crear carácter, tolerancia y compasión.
No importa cual sea la situación, tu decides como reaccionas a lo que te ocurre. Si decides por el temor o el enojo, puedes esperar la miseria y la depresión. Si decides responder con un corazón agradecido, puedes esperar satisfacción, esperanza y hasta gozo. Sí, el gozo en medio de las situaciones difíciles es posible.
El dar es la acción de la gratitud
¿Quieres sacar la avaricia de tu vida? Sé dadivoso. El dar de aquello que es más importante para ti (entiéndase dinero), es la ultima expresión de gratitud. El dar permite que quites los ojos de tu situación y puedas ver el mundo con ojos compasivos.
El dar es la expresión externa de la afirmación personal de que no importa cuan oscura, sombría o desalentadora aparente estar tu situación, realmente tienes suficiente. Y no porque seas conformista.
La gratitud transforma lo que tenemos en más que suficiente. Cambia la negación en aceptación, el caos en orden y la confusión en claridad.
La gratitud puede convertir una comida en un festín, una casa en un hogar; un extraño en un amigo.
¡La gratitud hace que podamos entender el pasado, trae fuerzas para el presente y nos da esperanza para el futuro!