Muerte por las mil deudas
¿Alguna vez has escuchado la expresión muerte por 1,000 cortadas? Si alguien recibiera 1,000 cortadas en su cuerpo, esta persona moriría, sería una muerte lenta y dolorosa. Una cortada por sí sola, no es necesariamente letal, pero al añadir el efecto de todas juntas; el resultado es devastador. El gastar dinero impulsivamente, tiene el mismo efecto. Cada una de las pequeñas transacciones por si solas, no va a arruinar tu presupuesto, pero cuando se van juntando; empiezas a sentir el dolor que producen. En las finanzas personales, eso se traduce, en menos dinero cada mes; menos ahorros y ciertamente, menos deudas pagadas.
El impulso de comprar, nos puede llegar en cualquier momento; yo tengo muchos de estos momentos. Ahora es un poco menos difícil para mí, el controlar estos impulsos, pero estaría mintiendo si dijera que nunca llegan. Hay un televisor plasma con una pantalla de 72 pulgadas que ha estado llamando mi nombre por algún tiempo. La tentación es fuerte, especialmente cuando miro la pantalla de 27 pulgadas del televisor (que no es plasma, ni digital) que tengo en la sala. Yo se que va a llegar el momento, en que la señora pantalla (del televisor de 72 pulgadas) y yo nos encontremos; esto, va a ser amor a primera vista. Pero, por ahora, este romance tiene que esperar. Unos años atrás, esta señora pantalla del televisor, hubiera estado en la sala de mi casa el día que salió al mercado, junto con el equipo de sonido apropiado para poder escuchar el audio digital. Solo digamos, que el controlar gastos impulsivos, no era una de mis áreas fuertes.
Debemos tener mucho cuidado, de resistir la tentación de comprar cosas, cada vez que nos llega el impulso. Eso no quiere decir, que ese artículo no se pueda incluir en el presupuesto del próximo mes o que no se pueda incluir una partida en el presupuesto, para la compra de este artículo cuando ahorremos el dinero. Solo quiere decir que tienes que aprender a decirte que no. Mejor aun tienes que aprender a decirte, puedo esperar.
Por todos lados te mercadean productos. Analizan tus hábitos de compra y luego los convierten en puntos de venta. Saben lo que quieres, cuando lo quieres y que tiene más posibilidades de convencerte a finalmente comprarlo. Saben hasta la posición exacta donde deben ponerlo para que sea más efectivo. No te rindas, pelea. Pelea comprando lo que necesitas o aun lo que quieres, pero bajo tus reglas. Esas reglas deben estar claramente definidas en tu presupuesto mensual.
Finalmente, si la debilidad se apodera de ti, háblale a un amigo. Si terminas comprando el articulo ponlo en la cajuela del carro, si para la mañana siguiente todavía lo quieres, entonces quédate con él. Muchas veces nos da el remordimiento del día después y si el artículo está en la cajuela del carro, va a ser más fácil devolverlo. Para terminar, toma control de tus gastos y veras como tienes más dinero para ahorrar, dar o pagar deudas.