Aprende a divertirte sin gastar dinero.
- Busca la forma de divertirte sin gastar dinero. Esto es un verdadero reto ya que nos han vendido la idea de que para pasarla bien tenemos que gastar dinero. Sé creativo y encuentra maneras de divertirte sin gastar mucho dinero. Haz un picnic en el parque, ve a la playa o la piscina, haz trabajos manuales, juega con juegos de mesa, vuela una cometa (chiringa, papalote, etc.), hornea un pastel con los niños… podría mencionar miles de cosas, y tú podrías encontrar millones más. Haz una lista de placeres simples, y disfrútalos al máximo. Esta es la clave para disfrutar la vida sin gastar el dinero de mañana.
- Busca la forma de como tener un registro de tus logros. En realidad no importa cómo registres tus logros…solo hazlo. Puedes usar una hoja de cálculo en la que apuntes como desaparece tu deuda y crecen tus ahorros. Registrar tus logros es una manera excelente, no solo de motivarte, sino de hacer el proceso de cambio uno divertido.
- Busca la forma de darte recompenzas. Para hacerlo más divertido, ¡celebra todos los pequeños éxitos que logres! Establece recompensas (que no sean demasiado caras) en tu camino hacia el éxito; celebra un día, una semana, un mes… esa es la idea. No importa tanto el cuándo celebras, como el que lo hagas.
- Dale prioridad a las personas, no a las cosas. Si le das prioridad a “las cosas” (muebles, ropa, zapatos, joyas, carros, casas, etc.) gastarás un montón de dinero. Pero si le das prioridad a las personas (a gente a la que quieres más. A tus mejores amigos y familia) no necesitas gastar un centavo para disfrutar de la vida. Busca tiempo para visitar a tus amigos y familiares… comparte con ellos de forma que no implique salir a cenar o ir al cine. Simplemente siéntate, toma algo y platica. Busca tiempo para tu Esposa(o) e hijos. Pasa tiempo con ellos, haciendo cosas que no cuesten dinero.
- Ayuda a otros de forma voluntaria (o sea sin recibir paga). No hay nada mejor que el dar. Ya sea recursos económicos o tiempo hay una virtud increíble en el dar. Hay una verdad milenaria que dice: es mejor dar que recibir, esto es cierto y no solamente si eres boxeador. El dar aunque no cuesta nada, es increíblemente satisfactorio en formas que el dinero nunca podría comprar.