Controla las presiones financieras que imponen las amistades

Imagínate llevarlos a comer a todosSí, yo se que ya ofendí a más de uno. Pero es cierto, las amistades imponen presiones financieras. La mayoría de nosotros nunca diríamos algo así públicamente, pero el que no lo expresemos con nuestras palabras no cambia el hecho de que sucede.

Déjame darte un ejemplo sencillo. Prácticamente a nadie le gusta comer solo, lo que quiere decir que para compartir con personas del trabajo es muy probable que salgas a comer con ellos. Si no tienes tus metas financieras muy claras, es muy probable que rompas tu presupuesto, por no comer solo un par de días.

Este problema es todavía peor cuando compartes con mucha gente, ya sea porque tienes muchos familiares que viven cerca de ti o porque asistes a una iglesia o participas en algún torneo de algo. El detalle es que mientras más personas tienes cerca de ti, mayores son las posibilidades que tienes de gastar dinero de más.

El efecto se multiplica exponencialmente

Cada una de esas relaciones añade más posibilidades de complicar tu presupuesto. Los cumpleaños, las invitaciones a comer, las idas al cine, todas estas cosas pueden afectar tu presupuesto si no tienes cuidado. Y por cada persona con la que compartes multiplicas exponencialmente el efecto dañino en tu presupuesto. Permíteme darte algunas sugerencias de cómo lidiar con las presiones sociales que imponen las amistades:

  • Cosas que no cuestan mucho. Un paseo en bicicleta, caminar en el parque, jugar cartas. Si tus amigos quieren ver el estreno de la última película de Superman, puedes sugerirles el ir a la matiné que es más barata o mejor aún, puedes decidir revisar todas las versiones anteriores de la misma película que encuentras en netflix. Si te invitan a comer fuera, sugiere un restaurante que realmente puedas pagar o puedes sugerir hacer una evento de traje (o sea un evento donde cada quien trae algo para comer y lo comparten).
  • Disminuye la frecuencia. Yo solía salir a comer con amistades por lo menos una vez por semana, ahora lo hacemos una vez al mes. Al reducir las salidas eliminé el 75% del gasto de comidas afuera. Las otras tres semanas del mes si queremos comer fuera con amigos, sacamos la mesa al patio.
  • Deja el plástico en casa. Si dejas las tarjetas de debito y crédito en la casa y solo traes efectivo, es muy probable que en vez de langosta, pidas tacos. Claro, el propósito de dejar el plástico en la casa no es el darle un tumbe a tus amigos, haciendo que ellos paguen por tu comida. Recuerda que el punto es fortalecer la amistad que tienes con ellos, no el crear dependencia.

El tener que decir que no a actividades con personas con las que compartes nunca es fácil. Pero recuerda que los recursos que tienes son limitados (unos tienen recursos más limitados que otros, pero al fin todos limitados). Por otro lado, si tus recursos son menos limitados que los de las personas con las que compartes, apiádate de ellos. No seas la piedra de tropiezo en el camino económico de tus amistades. Busca actividades que no pongan a tus amigos en el problema de tener que escoger, entre el compartir contigo o el destruir el presupuesto.

(Crédito de la Foto)

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