Ejercítate, aunque sea sentado.
Hace unos días atrás vi en la internet una foto de una señora sentada en una silla especial sobre una maquina caminadora en un gimnasio. En el contexto en el que vi la foto, que no es necesariamente en el que la publicaron, la foto implicaba que la señora estaba buscando atajos en vez de realmente hacer algo para cambiar su situación. Sentada ahí no podía recibir el beneficio real del ejercicio. Y es cierto que ella se podía beneficiar mas de hacer el ejercicio completo, si estuviera parada caminando o aun mejor corriendo. Pero la verdad es que muchas veces lo más difícil es empezar y en este caso aunque fuera sentada en una silla especial, ella ya había empezado.
Es evidente que la señora de la foto era muy obesa. Probablemente tiene muchos problemas médicos que limitan lo que ella puede hacer físicamente. El hacer el ejercicio normal en esta condición podría causar más daño que bien. Sin embargo el comenzar a hacer algo, eventualmente le va permitir a la señora poder, desarrollar la fuerza y la resistencia necesaria para poder llegar a perder peso y mejorar su salud.
Este mismo principio se aplica a las finanzas personales. A todos nos encantaría pagar todas nuestras deudas y (ya que estamos en lo que nos gustaría) hacerlo a la misma vez que acumulamos miles de dólares en ahorros, todo esto de un solo golpe. Si usáramos todos nuestros recursos para la meta de crear un patrimonio esta sería la forma en que se deberían dar las cosas. Pero la verdad es que la vida no ocurre así. Tenemos otras cosas que requieren nuestra atención por eso es que muchas veces solo le podemos dedicar entre un 10 y 35 % de nuestros recursos a esta meta.
Siguiendo esta línea de pensamiento, es el pequeño esfuerzo en la dirección correcta, el que con el tiempo hace la diferencia. Enviar un poco de dinero a una cuenta, de manera sistemática puede hacer un cambio grande en tus finanzas. Lo peor que puedes hacer es no hacer nada y conformarte a una vida abrumada por las deudas. Pero si decides hacer un cambio aunque sea de 10%, eventualmente lo que haces tiene un efecto liberador en el que es más fácil hacer lo que tienes que hacer. En poco tiempo el 10% se puede convertir en 20 o 40%. Este es el momento en que dejas la silla en la maquina caminadora y comienzas a caminar, para eventualmente comenzar a correr.
Puede ser que sientas que estas tan lejos de donde deseas estar económicamente que es muy fácil desanimarte. Pero mi consejo es, no te rindas solo tienes que dar un paso más. Decide no tomar más deudas, que es el equivalente a tener una dieta balanceada. Y continua pagando las deudas que ya tienes, que es el equivalente a seguir dando un paso a la vez en la maquina caminadora. Poco a poco vas a lograr las metas que buscas en tus finanzas.