El ingreso económico no es lo mismo que el ingreso emocional.
Yo se que tu también has escuchado la expresión, es que yo no hago esto por dinero, lo hago porque me gusta. Mucha gente lo dice y suena muy bien ¿verdad? Muchos de nosotros desearíamos poder decir lo mismo. Sin embargo, ¿que impide que tú puedas decir eso?
Tenemos tan arraigado el concepto de que no podemos disfrutar el trabajo. Es como si subconscientemente pensáramos que como es trabajo no lo podemos disfrutar. Pero hay mucha gente que si disfruta lo que hace. Claro también tenemos el mal concepto de que los ricos o los que trabajan en la televisión son los únicos pueden disfrutar lo que hacen.
Sin embargo la realidad es que hay mucha gente que ama lo que hace. No necesariamente porque ganan millones de dólares. Cuando podemos combinar nuestra pasión (lo que nos gusta hacer), con nuestra ambición (lo que produce beneficio económico). Y permíteme aclarar que uso ambición en el buen sentido de la palabra, como el impulso que nos motiva a superarnos.
Las personas más exitosas del mundo no necesariamente son las que más ingresos tienen (todos conocemos a personas extremadamente ricas, pero miserables), las personas más exitosas del mundo son las que han logrado combinar su pasión con su ambición. Han encontrado la forma de como bendecir a otros haciendo lo que aman. Ofrecen un servicio y cobran por él, por esta razón tienen un beneficio económico. Con el dinero que ganan puedes hacer tres cosas básicas, lo puedes gastan, lo pueden ahorrar o lo pueden dar. Todo lo que decidan hacer con el dinero cae dentro de una de estas tres áreas.
Pero, ¿luego que ganaste el dinero que? ¿Sera que eso es todo lo que hay? Si solo recibes un salario y lo que haces no te satisface, entonces la ecuación no está completa. Si odias lo que haces, no importa cuánto te paguen eventualmente no va a ser suficiente. Sin embargo si amas lo que haces, la sonrisa y el agradecimiento de un cliente satisfecho hacen la diferencia. Claro tus hijos normalmente no comen sonrisas, ni agradecimiento, pero si esto se combina con un ingreso decente ayuda.
El punto es crear un balance entre la satisfacción que recibes al hacer el trabajo que haces y la remuneración económica que recibes. Ahora bien si yo tuviera que escoger entre las dos yo escogería hacer lo que amo, ya que si uno hace lo que ama lo va a hacer con excelencia y el beneficio económico eventualmente alcanza a la excelencia. Lo contrario también es cierto. El no hacer un trabajo con excelencia, lleva a la mediocridad y esta no produce beneficio económico.
Tu trabajo ¿te satisface emocionalmente? Si no es así, ¿qué puedes hacer para obtener esta satisfacción emocional en el trabajo? ¿Necesitas buscar otro trabajo o hay cosas que pueden cambiar en el que tienes?
Y si tu trabajo ya te satisface emocionalmente, ¿Cuál es tu experiencia recibiendo ingresos económicos y emocionales?