Feliz año nuevo
¡Felicidades! ¡Lo lograste! ¡Sobreviviste el 2012!
Muchísimas cosas pasaron durante este año. Tuvimos elecciones presidenciales, juegos olímpicos, celebridades que volvieron a cambiar de cónyuge. Grandes tragedias y actos de increíble valor y sacrificio.
Puede ser que el año 2012 haya sido uno muy fácil para ti, o tal vez fue uno de los más difíciles de tu vida, pero lo que está claro es que ya se acabó. Ahora, solo nos queda hacer un recuento de lo que sucedió, aprender de ello y buscar hacer algo mejor para este 2013.
En este momento estas viviendo el resultado de tu esfuerzo, o falta del mismo, durante el 2012. La perseverancia produce un gran resultado, pero claro, lo opuesto a la perseverancia también produce resultados. Es el viejo truco de que lo que siembras cosechas.
Si te propusiste salir de deudas en el 2012, para este momento si no te rendiste, estas disfrutando el beneficio de tu esfuerzo. El día de hoy, el no haber salido de vacaciones para el spring break, como lo habías hecho por los últimos siete años ya no es una frustración. Y la fiesta de tu compadre a la cual no pudiste asistir el 7 de agosto, porque estabas trabajando extra, en este momento es solo un recuerdo. Pero, el beneficio es evidente.
No importa cuan difícil haya sido el sacrificio que hiciste, la dificultad no duró para siempre. Ahora, puedes ver el resultado. Claro, el que se rajo a mitad de camino, también esta viendo el resultado. Y lo peor es que el cargo de conciencia le esta molestando.
Ahora bien, el 2012 se acabó, pero lo mejor que Dios hizo fue un día detrás del otro. Lo que quiere decir, que ahora tienes una nueva oportunidad para lograr tus metas. Las que no obtuviste el año pasado y las nuevas que puedas iniciar este año. Entonces, no te rajes. Continúa esforzándote hasta lograrlas.
Un nuevo año, un nuevo comienzo, una nueva oportunidad de esforzarte, apoyarte en lo que has obtenido hasta este momento y continuar para el futuro.
(Crédito de la Foto)