Gracias
Hoy en los Estados Unidos celebramos el día de acción de gracias, por eso quiero tomar tiempo para darte las gracias por leer el material que escribo. Disfruto escribir y me inspira saber que hay quienes disfrutan lo que escribo. Por ti y para ti lo hago. Por eso, muchas gracias por estar ahí y muchas gracias por las palabras de ánimo que me has brindado. También, muchas gracias por compartir con otros de mi material.
Sé que tu tiempo es valioso y el que tomes algo de ese tiempo para leer lo que escribo es un gran privilegio para mí. Por eso, muchas gracias. Creo que el agradecimiento es esencial para vivir una vida feliz. Pero no solo eso, también creo que el agradecimiento es una de las fuerzas más poderosas del universo.
Una vez escuche la historia de un niño de tres años a quien su papá llevo de vacaciones a la playa. El niño estaba tan agradecido con su papá que estuvo todo el día dándole gracias. Le dio gracias por haberlo llevado de vacaciones, le dio gracias por traerle sus juguetes, le dio gracias por la comida, le dio gracias por que podían acampar y hasta le dio gracias por haberle traído su vasito preferido.
El papá termino tan sobrecogido que se fue a otro cuarto a llorar, al darse cuenta cuanto esas vacaciones significaban para el niño. En ese momento el papá deseaba poder haber hecho más por el niño y lo único que el niño había hecho era decir gracias.
Este evento me recuerda cuan parecidos somos a este niño en el área espiritual. Somos tan maduros espiritualmente como lo es ese niño de tres años. Nuestra relación con Dios muchas veces refleja mas lo que queremos de Él que quien realmente Él es, o significa para nosotros.
Pero también me hace pensar en cómo Dios se debe sentir cuando le damos gracias. ¿Será posible que yo pueda traer una lágrima al corazón de Dios al darle gracias por todo lo que Él hace por mí? ¿Podre yo tocar el corazón del creador del universo solamente al decir gracias?
Dios, gracias por la comida. Gracias porque puedo escuchar a los pájaros trinar. Gracias por la vista. Gracias por mi familia. Gracias por mis amigos. Gracias por mi hogar. Gracias por el trabajo. Gracias por el olor especial de un día de lluvia. Gracias por poder tomar agua limpia cada día. Gracias por la capacidad de aprender algo nuevo. Gracias por poder sentir el abrazo de la persona amada. Gracias por la risa de un niño. Gracias por la increíble oportunidad de maravillarnos de las cosas simples. Gracias por el fantástico privilegio de parecernos a ti al amar. Gracias por la verdad de las Escrituras y sobre todo… Gracias por el sacrificio de Jesús en la cruz…
La lista de las cosas por las que vale la pena estar agradecidos es interminable, por eso es importante que tomes un momento y expreses tu agradecimiento. Porque al hacerlo puedes cambiar la vida de otros y hasta tocar el corazón de Dios.
(Crédito de la foto)