Hablando de Orugas y Mariposas
Hace un tiempo atrás escuche esta ilustración y me pareció muy acertada:
“Un hombre encontró el capullo de una mariposa con una pequeña apertura. El hombre espero durante varias horas viendo como la mariposa luchaba para salir de su capullo. Luego de un tiempo el hombre pensó que debía ayudar a la mariposa ya que esta parecía estar cansada. En ese momento el hombre quito la cubierta del capullo dejando la mariposa libre. Pero cuando la mariposa estuvo libre el hombre vio que esta estaba deforme, sus alitas estaban pequeñas y arrugadas. El hombre pensó que las alas de la mariposa crecerían y que eventualmente podría volar. Sin embargo esto no ocurrió. La mariposa jamás pudo volar, sus alas no se desarrollaron. El hombre en su afán por ayudar, no comprendió que la dificultad impuesta por el capullo, es la manera que Dios propuso para que el liquido en el cuerpo de la mariposa pase hasta las alas, lo que le permite volar cuando sale del capullo”.
Si Dios quitara todos los obstáculos del camino, es probable que no pudieras desarrollar el potencial que tienes, viviendo el resto de tu vida como oruga. Los momentos difíciles en la vida son oportunidades para aprender a confiar en Dios y a desarrollar tu carácter. De la misma manera que el ejercicio físico te permite tener una mayor tolerancia al dolor físico (todos hemos visto a jugadores de futbol recibir golpes en medio del partido y levantarse para seguir jugando). Cuando enfrentas problemas el ejercicio emocional, intelectual y espiritual que ocurre te permite tener una mayor tolerancia al dolor en estas áreas. Por ende las victorias que puedes obtener son más significativas. Las cosas que tiempo atrás te podrían haber devastado emocional, intelectual o espiritualmente, ahora son, solo un problema. No le tengas miedo a las situaciones adversas. Enfréntalas. Solo así vas a poder dejar de arrastrarte como oruga y alcanzar las alturas para las que fuiste diseñado.