Hoy es 11 de Septiembre

Es probable que todos recordemos donde estábamos nueve años atrás cuando recibimos la noticia de lo que estaba pasando en New York. Yo recuerdo que en aquel entonces vivía solo y trabajaba durante las tardes. Acababa de despertarme y como era mi costumbre prendí el televisor para ver las noticias de la mañana. Cuando prendí la tele no podía creer lo que estaba viendo, aparentemente no hacía mucho tiempo que habían estrellado el primer avión contra una de las torres.

Recuerdo que no podía dejar de ver la tele. Tome mi celular que para ese entonces acostumbraba a mantener apagado durante la noche y me di cuenta que mi hermana me había llamado. Verifique los mensajes y ella me había dejado un mensaje de lo que estaba pasando. Inmediatamente la llame, hablamos unos minutos y colgamos. Todavía para ese entonces tanto en los noticias como en la conversación con mi hermana hablamos de lo trágico que era que un accidente como ese pudiera haber ocurrido. Nadie se imaginaba que la realidad fuera tan horriblemente diferente.

Un tiempo después recuerdo haber visto cuando el segundo avión fue estrellado contra la otra torre. Todavía nueve años después es casi imposible poner en palabras lo que sentí al ver esa imagen. Fue evidente que no había sido un accidente, fue un acto deliberado que estaba cambiando el mundo como lo había conocido hasta ese momento. También fue abrumador el sentimiento de que una guerra acababa de comenzar. No tenía ni idea de contra quien iba a ser, pero sabía que en ese momento entramos en guerra con alguien.

Poco tiempo después escuchamos del ataque al pentágono y unos minutos más tarde me hablaron del trabajo avisándome que habían activado un plan de emergencia y tenía que reportarme a trabajar inmediatamente. Me dejaron saber que tenía una hora para llegar a la estación de Policía, pero que cancelara todos mis planes porque no tenía hora de salida. Esto a pesar de que yo estaba en Dallas, TX muy lejos de donde se dieron los ataques.

La incertidumbre que se vivía en ese momento era abrumadora, nadie sabía exactamente cuántos aviones estaban en control de terroristas. Si habían tomado control de aviones, que otras cosas podrían estar en control de ellos. ¿Cómo es posible que algo así hubiera sucedido? La verdad no recuerdo cuantas horas trabaje ese día. Lo que sí recuerdo es que durante varias semanas trabajamos turnos de 12 horas. Y a pesar de que eran 12 horas de trabajo, no se sentían como 12 horas todo estaba en calma, prácticamente nadie hablaba a la Policía. Fue como si el tiempo se hubiera detenido.

Yo creo que hasta los criminales estaban en shock, nadie podía creer lo que había sucedido. Todo el mundo estaba en duelo, la gente deseaba ayudar a otros. La trágica pérdida de vidas es incalculable, la cantidad de personas que aunque sobrevivieron todavía tienen problemas de salud como consecuencia de lo que paso ese día, es altísima. Literalmente este evento cambio el mundo como lo conocíamos.

Es difícil encontrar algo positivo en un evento como este. Pero creo que es importante que nos enfoquemos en encontrar cosas positivas y no mirar solo lo negativo. No hay duda de que este fue un acto horrible, pero en medio de tanta maldad hubo actos de increíble valor y sacrificio. Yo prefiero enfocarme en esto. Cientos de servidores públicos dieron sus vidas. Miles de personas ofrecieron de su tiempo y dinero no solamente un día, sino durante muchos meses. En medio de esta crisis hubo incontables actos de bondad.

Yo creo que es importante que nunca nos olvidemos del 11 de Septiembre del 2001. No debemos olvidarnos de lo malo que sucedió ese día, pero tampoco debemos olvidarnos de todo lo bueno que fuimos capaces de hacer en medio de tanto dolor.

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