Preocupándote no consigues nada
Hace unos días atrás hable con un cliente que lleva dos años viviendo una verdadera crisis económica. La persona perdió su trabajo y le tomó cuatro meses el conseguir un nuevo empleo. El problema es que lo único que consiguió pagaba una tercera parte menos que lo que él estaba acostumbrado a recibir.
Esto no creo su crisis financiera, pero si la agravo muchísimo. No la creo porque antes de perder el trabajo, el ya gastaba aproximadamente $200 mas cada mes de lo que ganaba. El problema es que como el déficit mensual no era tan grande él no lo sentía mucho. El cambio en el ingreso solo acelero lo inevitable.
Dos años después
El problema es que él se ha preocupado, se ha enojado, ha discutido con su esposa, ha gritado, pero todavía no hace nada para cambiar la situación. Lo único que ha hecho es sentir lástima por sí mismo, sin cambiar sus hábitos de gastos y ni siquiera tiene un presupuesto.
Como gana menos dinero de lo que ganaba antes, ahora piensa que no puede salir de deudas. Pero la realidad es que no ha decidido hacer las cosas difíciles que tiene que hacer para lograr salir de ellas.
Escoge tu dificultad
Luego de hablar con él escuche esta frase y creo que se aplica no solo a él, pero a tantos otros que están viviendo la misma situación. La frase decía: “El salir de deudas es difícil. El vivir con deudas es difícil. Escoge la dificultad que deseas en tu vida”.
¡Qué gran verdad! Es tu decisión, puedes escoger, preocuparte, enojarte, quejarte y vivir con la dificultad de estar endeudado. Puedes escoger vivir en modo de supervivencia por el resto de tu vida y nunca poder crear un patrimonio. O puedes decidir salir de deudas, hacer el trabajo difícil ahora y cambiar el futuro de tu familia para siempre.
La decisión es tuya. Escoge la dificultad que deseas en tu vida, haz algo al respecto, pon manos a la obra y deja de vivir preocupado. Si la preocupación no te lleva a la acción, la preocupación no te sirve de nada.
¿Qué estás haciendo para pasar de la preocupación a la acción?