Si quieres saber dónde está tu Corazón…
Mateo 6:21 (NVI) dice: “Porque donde este tu tesoro, allí estará también tu corazón.
Unos años atrás escuche a Randy Alcorn hablar de un ejercicio que me pareció muy acertado. Este ejercicio tiene que ser hecho de forma individual, porque para mí es muy fácil ver lo que los demás hacen mal, pero muy difícil ver lo que yo tengo que mejorar.
Cuando inviertes dinero en una compañía, te interesa lo que sucede con esa compañía. Digamos que compras acciones de la compañía Wal-Mart, antes solo comprabas en Wal-Mart, si llegabas a una tienda y estaba sucia o los empleados te trataban mal, no te preocupabas. Pero si sucede algo así y tú tienes acciones de la compañía, buscas al gerente de la tienda y te quejas. Ahora cuando lees el periódico todos los días buscas ver si subieron o bajaron tus acciones. Si ves un reportaje de algo que sucede en una tienda Wal-Mart, dejas todo lo que estás haciendo y más vale que nadie te hable o te interrumpa hasta que pase el reportaje, porque tu dinero está en ese lugar.
Si quieres tener un corazón hacia las misiones, da dinero para las misiones. Si quieres tener un corazón hacia los huérfanos, da dinero para ayudar a los huérfanos. Si quieres tener un corazón hacia ayudar a los pobres, da dinero para ayudar a los pobres, porque tu corazón siempre va a seguir la dirección que lleve tu dinero.
Siguiendo esta línea de pensamiento si quieres saber dónde está tu corazón, examina tu cuenta de banco. Busca los estados de cuenta de los últimos 6 o 12 meses y examina en que gastaste el dinero durante ese tiempo. Una vez más, este tiene que ser un ejercicio personal, porque tú puedes pensar que tu corazón está en ayudar a otros o en ayudar a que el evangelio sea predicado en todo el mundo. Sin embargo tu cuenta de banco puede estar diciendo que tu corazón realmente está en el carro, los muebles, la casa, las vacaciones, las comidas afuera, la diversión, etc. Y no me vayas a mal interpretar, ninguna de estas cosas que acabo de mencionar son malas.
El problema esta cuando estas cosas llegan a ser más importante para nosotros que todo lo demás y no nos damos cuenta. En nuestra mente pensamos que Dios es más importante, pero nuestras acciones están gritando que no es así y lo peor es que no lo vemos.
Mi intención no es crearte un cargo de conciencia (aunque mi oración es que no puedas dormir, comer, o estar tranquilo, hasta que completes este ejercicio de forma honesta delante de tu creador). Mi intención es que puedas saber realmente donde está tu corazón y que puedas hacer algo al respecto. Quizás al ver tu estado de cuenta vez que realmente el lugar donde invertiste el dinero año pasado, es donde tu deseas que tu corazón este. Pero quizás te das cuenta que no es así. Si no es así, empieza hoy mismo de forma intencional a enviar el dinero a donde tu deseas que este tu corazón y mañana las cosas van a ser muy diferente.