Tres formas de ayudar económicamente a tus hijos adultos
Los hijos adultos que regresan a casa, siempre han sido un problema, la gran diferencia es que antes los jóvenes veían eso como un símbolo de fracaso y desanimaban a otros jóvenes a hacerlo. Lo interesante es que en los últimos años la opinión publica entre los jóvenes cambio dramáticamente.
Ahora, no solo no es mal visto, sino que es lo que muchos jóvenes esperan que suceda. Esto trae toda una serie de problemas diferentes a la familia. Yo no estoy en contra de ayudar a los hijos, pero si estoy en contra de no poner límites. He visto demasiadas relaciones familiares afectarse por no tener un plan de acción claro en este sentido.
Por eso quiero darte tres formas en las que puedes ayudar económicamente a tus hijos adultos, sin crear dependencia. No es un plan perfecto, pero es un plan. Y el tener un plan aunque no sea perfecto, es mucho mejor que el no tener uno para un tema tan importante como este.
1. Ten un plan escrito. Esto podría sonar muy radical para algunos, pero no lo es. Un plan escrito ayuda a que todos tengan claro, antes de que lleguen los problemas, que es lo que debe suceder. Desarrolla el plan con tu cónyuge y discútelo con el hijo que necesita la ayuda. El plan debe incluir lo que el hijo va a aportar económicamente a la familia al igual que las tareas de la casa que va a realizar. Luego de que todos están claros en el plan, lo firman y lo implementan.
2. Deben contribuir financieramente. Si están trabajando aunque sea a tiempo parcia, asegúrate de que pagan algo de acuerdo al ingreso que tienen. También es necesario que contribuya algo de comida. Son adultos, en ningún otro lugar van a poder vivir sin contribuir absolutamente nada. El punto es ayudarles durante un tiempo de transición, no el fomentar la dependencia.
3. Pongan una fecha límite. Una meta es solo un deseo a menos que tenga fecha de cumplimiento. Es importante poder medir el progreso de la estrategia y una fecha límite es la mejor forma de conseguirlo. Es mucho más fácil encontrar trabajo cuando sabes que lo necesitas este mes. Sin una fecha límite y sin formas claras de medir el progreso podrías encontrar a tu hijo comiendo tu comida y mirando la televisión por cable que tu pagas de forma indefinida. Y eso, no es ayuda.