Un plato roto

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Unos días atrás escuché este pensamiento y creo que vale la pena compartirlo:

Toma un plato y tíralo al suelo
-Okay
¿Se rompió?
-Si
Ahora, dile que lo sientes mucho
-Okay
¿Volvió a su forma original?
-No
¿Ahora entiendes?

Hay por lo menos cuatro lecciones en este dialogo:

1. No eres perfecto y por ende cometes errores. Lo que quiere decir que es cosa de tiempo para que ofendas a alguien. La mejor opción es que no ofendas, pero si ofendes la segunda mejor opción es el pedir perdón. Trata la vajilla y a la gente con mucho cuidado.

2. En ninguna manera este dialogo tiene que ver con algo negativo acerca del perdón. Al contrario, cuando ofendas a alguien, el pedir perdón o disculparse es la mejor opción que tienes. Pero, esta opción no es mágica. El pedir perdón no quita lo dañado, simplemente ayuda a evitar que el daño continué creciendo.

Por eso, debes hacer todo lo que está a tu alcance para restaurar la relación lo antes posible y el pedir perdón, es el primer paso. Pero no puedes esperar que todo vuelva a estar como si nada hubiera pasado. Un plato roto, así como una relación, puede restaurarse; pero, va a tomar tiempo y esfuerzo.

3. Si alguien te lastima, también va a tomar tiempo para que las cosas vuelvan a estar bien. Es probable que la ofensa duela por algún tiempo. Ahora bien, aun si la persona no te pide perdón, el extender perdón es algo que te beneficia a ti más que a la otra persona. Cuando decides no perdonar, es como si tomaras veneno para hacerle daño a la persona que te lastima.

El veneno que te tomas tú lo sufres tú, la otra persona es posible que ni se entere que tomaste veneno. Por eso el perdonar es una decisión y solamente la puedes tomar tú. No tienes que esperar a sentir perdonar. Decide perdonar, no va a ser fácil, pero es posible. En cuanto dejes de tomar veneno, vas a poder comenzar el proceso de estar bien.

4. Si te están lastimando de forma constante. No confundas el perdonar con el dejar que te pisoteen. Si te estás haciendo daño de forma constante, lo primero que tienes que hacer es poner distancia entre tú y la persona que te lastima, para que ya no pueda lastimarte.

Nunca es un acto de amor el permitir que una persona abuse de otra. Si tu cónyuge te golpea, el mejor acto de amor que puedes hacer es detener la agresión, aun si esto implica hablarle a la policía. Mientras tu cónyuge está en la cárcel, no te va a agredir. Y esto podría servir para enseñarle que no vas a permitir que continúe lastimándote.