Yo quiero ser un “Old Timer”
La semana pasada tuve el privilegio de conocer a un par de artistas, que aunque no son famosos han dejado un legado fascinante. Ambos llevan más de 20 años cada uno creando su arte y los resultados de lo que hacen son evidentes en Atlanta, Georgia. Tuve el honor de comer con ellos (las conversaciones siempre son mejores cuando en medio de la comida) en un restaurant que tenía unos panecitos exquisitos, pero ya me desvié del tema.
Pase más de una hora y media mesmerizado (palabra de domingo que quiere decir boqui abierto) escuchándolos hablar de las cosas que han logrado hacer durante este tiempo. Pero definitivamente, lo más que me impresiono fue la pasión y el orgullo que emanaba de ellos al hablar de su arte. Hacía mucho tiempo que no escuchaba a nadie hablar de esta manera acerca de nada.
Bueno, creo que valdría la pena decir que estos artistas no componen música, ni hacen obras teatrales, ni cantan bonito (de hecho, creo que si los escucharas cantar llorarías, pero no de la emoción). Estos dos artistas son ruferos (ruferos, viene del verbo to roof o sea hacer techos. Y aunque normalmente procuro no asesinar nuestro idioma en este blog, pero en este momento aunque sé que rufero no es una palabra correcta, es el término como se conoce a esta profesión en las calles de Estados Unidos y por eso la uso).
Terminadas las consabidas explicaciones lingüísticas, el punto es que esta gente siendo ruferos (no la profesión más glamorosa del mundo) estaban súper orgullosos de lo que hacían y eso se reflejaba no solo en su conversación, pero en la calidad de su trabajo. Precisamente por estar tan orgullosos de lo que hacen son los mejores en ello. Sí, estos dos señores son dos de los ruferos más exitosos de Atlanta. Son lo que la gente llama Old Timers, o sea de los que hacen las cosas a la antigüita.
Tendrías que verlos trabajar. Cuando vez la calidad del trabajo que hacen es evidente cuan superior es a lo que otra gente hace. Por eso decía al principio que son artistas, porque el producto final de lo que hacen es una verdadera obra de arte. Y esto me lleva al punto final, ellos son sumamente exitosos primero porque están orgullosos de lo que hacen. Segundo como consecuencia de ese orgullo por lo que hacen su trabajo es de una calidad mayor. Tercero por su trabajo ser de una calidad mayor, pueden cobrar más que el resto de la gente.
Esta combinación se traduce en un beneficio económico grandísimo para ellos. Ahora te pregunto a ti. ¿Estás orgulloso del trabajo que haces? ¿Te consideras el mejor o por lo menos entre los mejores en tu área de trabajo? ¿Disfrutas lo que haces al punto de que si no tuvieras que preocuparte por comer podrías hacer tu trabajo sin cobrar dinero? Si tu contestación a estas preguntas es no, ¿Qué estás haciendo para cambiar de trabajo? La vida es demasiado corta como para pasarla haciendo algo que no disfrutas y del cual no te sientes orgulloso.
(Crédito de la Foto)